Síndrome de Hiperpresión Rotuliana Externa o Condromalacia Rotuliana.

 

¿Qué es?

 

La rótula o patela es un hueso de forma redondeada y aplanada, situada en la parte anterior de la rodilla. Este hueso está sujeto por el tendón rotuliano y por el músculo cuádriceps. Esta articulación, junto con el fémur y la tibia, forman la articulación de la rodilla. Su función principal es participar en los movimientos de flexión y extensión. Cuando hay una mala alineación de la rótula se producen fricciones durante los movimientos, provocando una sobrecarga del cartílago rotuliano y una degeneración progresiva.

 

Esta lesión se conoce con diversos nombres, entre ellos, Condromalacia Rotuliana o Síndrome de Hiperpresión Rotuliana Externa.

 

Síntomas:

 

Los síntomas de un defecto o lesión en el cartílago rotuliano no son proporcionales al tamaño de la lesión padecida. Una pequeña lesión del cartílago rotuliano puede proporcionar mucho dolor o viceversa. Tomando en cuenta todo esto, los síntomas del Síndrome de Hiperpresión Rotuliana Externa o Condromalacia Rotuliana son:

 

  • Dolor en la rótula o ruidos (crujidos) de la articulación de la rodilla.
  • Hinchazón y limitación del movimiento.

 

El dolor se suele producir durante el movimiento de la articulación de la rodilla, especialmente en la flexión como la posición en cuclillas, bajar cuestas o escaleras… El dolor puede llegar a aumentar después de estar sentado durante un largo período de tiempo con la rodilla semi-flexionada.

 

Durante la palpación de la articulación, el fisioterapeuta suele encontrar una palpación dolorosa en el borde externo de la rótula.

 

Tratamiento de fisioterapia.

 

Una vez que el médico ha descartado que el problema sea genético, y por tanto que no es conveniente realizar un tratamiento quirúrgico, es recomendable realizar un tratamiento de fisioterapia. Los tratamientos para la Condromalacia Rotuliana o Síndrome de Hiperpresión Rotuliana Externa incluyen:

 

  • En un principio, reducir la actividad física para permitir que la irritación mecánica y la inflamación cedan.
  • Realizar crioterapia en el área de la rótula por unos 10 – 15 minutos, dos veces al día, después de realizar actividad física.
  • Emplear una rodillera elástica de neopreno para ayudar a mantener la rótula alineada.
  • Emplear unas plantillas adecuadas si un análisis biomecánico indica pie pronado o supinado.
  • Usar un calzado adecuado para el buen soporte de la carga.

 

Una vez ha cedido el dolor, se deberá comenzar a realizar ejercicio físico para fortalecer el músculo cuádriceps. El ejercicio debe ser sin impacto o de levantamiento de pesas con bajo peso, como:

 

  • Natación.
  • Bicicleta estática.
  • Emplear un aparato de esquí de fondo.
  • Ejercicios isométricos o de cadena de fortalecimiento de cuádriceps.

 

Se hará el ejercicio bajo la supervisión de un fisioterapeuta.

 

CategoryFisioterapia
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