El embarazo va acompañado de una serie de cambios físicos, hormonales, funcionales y psicológicos que suelen transcurrir con normalidad, aunque ocasionalmente pueden aparecer complicaciones como consecuencia del proceso de gestación o por el agravamiento de una enfermedad de la madre.

 

Una de las complicaciones que se suele dar con más frecuencia es el dolor lumbar. Este dolor interfiere en la realización de las actividades cotidianas más frecuentes como transportar cargas, sentarse, caminar… llegando a perturbar el sueño de la embarazada.

 

Desde la Fisioterapia se pueden prevenir y tratar el dolor lumbar que aparezca durante el desarrollo del embarazo.  En este caso, las técnicas de fisioterapia están dirigidas a mejorar el estado de los ligamentos, fascias, músculos y articulaciones. Es necesario que las mujeres en estado de gestación conozcan su cuerpo, las posturas que les serán más cómodas y los movimientos correctos para realizar sus actividades de la vida diaria.

 

Una de las medidas más importantes en el cuidado de la mujer embarazada es la prevención y tratamiento mediante ejercicios de fisioterapia. Desde la fisioterapia se recomienda el aprendizaje y la realización diaria de una serie de ejercicios con el fin  de equilibrar el tono muscular de la mujer durante el embarazo, aportándole la flexibilidad necesaria para disminuir los dolores de zona lumbar.

 

Recomendaciones.

 

  • Realizar los ejercicios establecidos por el fisioterapeuta de forma regular y no compensar el tiempo perdido con un esfuerzo excesivo.
  • Realizar sesiones de ejercicios durante 3 días a la semana y que no estén separados por más de 2 días y medio.
  • Realizar los ejercicios, como mínimo, 1 hora y media después de comer para evitar problemas gastrointestinales.
  • Dejar de realizar los ejercicios si se presenta sangrado vaginal, sensación de ahogo durante el ejercicio, mareo, vértigo, dolor de cabeza, dolor en el pecho, debilidad muscular, dolor en la zona de la pantorrilla o hinchazón, signos de parto prematuro, descenso del movimiento fetal o fugas de líquido amniótico.
  • Estar siempre bien hidratada: beber agua antes y después de las sesiones.
  • Evitar estar tumbada boca arriba con las extremidades inferiores extendidas durante más de 3 minutos, así como realizar ejercicios de sobrecarga en posición supina para evitar que se comprometa el retorno venoso al corazón, comprimiendo la vena cava inferior.

 

Ejercicios.

 

El fisioterapeuta puede recomendar la realización de los siguientes tipos de ejercicios:

 

  • Ejercicios de elevación de la pelvis.
  • Ejercicios de flexión de la cadera.
  • Ejercicios de extensión de los miembros inferiores.
  • Ejercicios para la musculatura oblicua y transversa.
  • Movimientos laterales de las piernas.
  • Ejercicios de basculación de la pelvis.
  • Ejercicios para tonificar la musculatura de los brazos y del pecho.
  • Ejercicios de sedestación en rodillas.
  • Ejercicios de bipedestación como: corrección de la lordosis lumbar y estiramiento de la parte posterior de las piernas.

 

CategoryFisioterapia
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