La Reeducación Postural Global (RPG) es un método de fisioterapia suave, progresivo y activo, que puede ser aplicado en cualquier edad respetando siempre las posibilidades de cada persona. Esta terapia se fundamenta en el análisis minucioso, estudio y observación de la anatomía, fisiología y la manera en que enferma el ser humano.
El cuerpo humano funciona como una unidad, cada vez que movemos un músculo necesitamos la contracción de otros grupos musculares para dar estabilidad al resto del cuerpo humano, siempre que realizamos cualquier movimiento necesitamos mover una o varias cadenas musculares, y esta es la clave de la reeducación postural global, tratar el sistema muscular por cadenas musculares y no por músculos y articulaciones aisladas.
La técnica de la reeducación postural global consiste en la aplicación de posturas dinámicas de estiramientos que, de forma suave, progresiva y activa, devolverán la correcta movilidad y posición a cada parte del cuerpo humano y, por tanto, mejorando la postura y los hábitos posturales diarios.
En el tratamiento de RPG, el fisioterapeuta emplea, como única herramienta, la terapia manual, elongando los tejidos, reduciendo las tensiones, cuidando las articulaciones, eliminando las molestias y modelando el cuerpo del paciente.
Indicaciones:
La Reeducación Postural Global está indicada en:
- Bloqueos articulares, tratamiento de zonas musculares alteradas (contracturas, calambres, etc.) y desatrapamiento de zonas de compromiso neurológico.
- Educación postural tanto en niños como en adolescentes y adultos.
- Preparación para el parto y el postparto.
- Higiene postural.
- Durante la recuperación y el entrenamiento deportivo.
- En deformidades de la columna, como: escoliosis, hiperlordosis, hipercifosis…
- En deformidades de los miembros superiores y/o inferiores, como: hombros deformados, escápulas aladas, pies cavos, pies planos, hallux valgus (juanetes), dedos en martillo, rodillas en valgo o en varo o en recurvatum, etc.
- En patologías dolorosas de la columna, como: cervicalgia, tortícolis, neuralgia cervico-braquial, dorsalgia, lumbalgia (aguda y/o crónica), ciática, patologías o alteraciones sacro-ilíacas, hernia discal, etc.
- En patologías articulares o tendinosas, como: artrosis, reuma, espondilitis anquilosante, tendinitis, síndrome subacromial, manguito de los rotadores, hombro congelado, epicondilitis, retracción palmar de Dupuytren, síndrome del túnel carpiano, metatarsalgia, fascitis plantar, etc.
- En patologías neurológicas de origen mecánico, como: cefaleas, migraña, vértigos, incontinencia urinaria y/o fecal, desequilibrio de la musculatura ocular, etc.
- En disfunciones respiratorias, como: bloqueo inspiratorio.
- En traumatismos, como: fracturas, esguinces, luxaciones, recuperación después de una cirugía, etc.
