La artroplastia o prótesis de cadera consiste en la sustitución parcial o total de la cadera por una articulación artificial.

 

Se puede afirmar que la cadera es una articulación esférica, compuesta por la cabeza femoral y el acetábulo (cavidad que aloja la cabeza femoral), junto a estas estructuras encontramos otros componentes que ayudan en la estabilidad y la movilidad de la articulación, estos son: el cartílago, la membrana sinovial, la cápsula articular, los tendones, los ligamentos y la bursa.

 

La primera causa por la que se implanta una prótesis de cadera es para eliminar el dolor crónico o la deformidad (como consecuencia de una patología degenerativa) que sufren las personas de edad avanzada, mejorando de esta forma su calidad de vida. Algunas de las patologías que pueden derivar en la implantación de una prótesis de cadera son:

 

 

En el caso de personas de mediana edad, la causa más frecuente de la implantación de la prótesis de cadera es la rotura de cadera por accidente.

 

Recomendaciones durante el postoperatorio:

 

Entre las recomendaciones para después de una operación por artroplastia de cadera, destacan las siguientes:

 

 

  • No cruzar las piernas, evitando movimientos bruscos y rotaciones con la pierna del costado operado.

 

  • Mientras se está sentado se debe alternar la postura de la pierna en flexión y extensión.
  • Dormir boca arriba, con una almohada entre las piernas, no acostarse de lado.
  • No elevar la pierna del costado operado sin doblar la rodilla mientras se esté acostado.
  • No sentarse en sillas demasiado bajas, en el baño emplear una alza adaptada para el inodoro.
  • Emplee las muletas o el andador y vaya abandonando las ayudas técnicas, bajo supervisión médica.
  • Se pueden subir las escaleras, pero no como un ejercicio.
  • Calzarse con un calzador de mango largo.
  • Emplear medias compresivas.
  • No montar en coche, como copiloto, hasta las 6 semanas después de implantar la prótesis de cadera.
  • No conducir hasta pasados 3 meses.

 

Tratamiento de fisioterapia.

 

Es de vital importancia iniciar el tratamiento rehabilitador con un fisioterapeuta lo antes posible para aliviar el dolor y fortalecer la musculatura. Para ello se realizarán los siguientes pasos:

 

 

  1. Carga temprana: se comenzará el apoyo a las 24 horas después de la intervención quirúrgica (salvo que el cirujano indique lo contrario), con la ayuda de muletas o de un andador.
  2. Se realizarán ejercicios de flexión de tobillo, rodilla y cadera en descarga, para mejorar la movilidad de la articulación y la musculatura, además de ayudar a disminuir la inflamación y el dolor.
  3. Se llevará a cabo una reeducación de la marcha, con el objetivo de trabajar la musculatura estabilizadora de la cadera.
  4. Se llevarán a cabo ejercicios de tonificación muscular de toda la musculatura de las extremidades inferiores.
  5. El fisioterapeuta puede considerar oportuno realizar ejercicios de rehabilitación en piscina, ya que la rehabilitación es más rápida al no tener que soportar todo el peso corporal.

 

 

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