¿Qué és?
El sistema circulatorio tiene como función principal el transporte de oxígeno y de los nutrientes esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Actualmente, se pueden identificar diversas patologías que afectan a este sistema, entre ellas se encuentra la flebitis.
La flebitis es un estado patológico que consiste en la inflamación de una vena. Cuando la causa de la inflamación de dicha vena es un coágulo de sangre, se denomina tromboflebitis.
Esta patología se puede clasificar, según la localización de la vena afectada, en:
- Flebitis superficial: es aquella que afecta a las venas superficiales. En general, suele ser benigna y tiene un buen pronóstico. En raras ocasiones puede evolucionar hacia una tromboflebitis venosa profunda, embolia o infección.
- Varicotromboflebitis: este tipo de flebitis se produce en una variz. Es más frecuente que aparezca en los miembros inferiores.
- Flebitis Profunda o Trombosis Venosa Profunda: este tipo de flebitis suele producir más complicaciones. Ésta se suele dar como consecuencia de la formación de coágulos de sangre, los cuales pueden migrar a otras zonas corporales.
Los coágulos de sangre desprendidos, en el caso de la Flebitis Profunda, se llaman émbolos y pueden viajar, a través del sistema circulatorio, hasta el cerebro, el corazón, los pulmones y otros órganos. Estos émbolos interrumpen el riego sanguíneo de las zonas hacia las que se han desplazado. Esta interrupción del flujo sanguíneo produce una anoxia, provocando la muerte de los tejidos, pudiendo llegar a desencadenar la muerte de la persona.
Signos y síntomas
La flebitis superficial puede presentarse sin una sintomatología específica. Cuando ésta se presenta, los signos y síntomas más frecuentes son:
- Eritema.
- Tumefacción en la vena (cordón venoso palpable bajo la piel).
- Dolor, sensibilidad y aumento de la temperatura de la zona afectada.
- Febrícula (aunque no se suele presentar en todos los casos).
La flebitis profunda es más frecuente en los miembros inferiores. Puede ser asintomática y manifestarse cuando ya se ha producido la embolia.
- Pierna edematosa.
- Piel pálida o cianótica.
- Disminución del pulso arterial en la extremidad afectada.
- Taquicardia.
- Dolor en la pierna.
- Fiebre.
¿Cómo se puede prevenir?
Igual que en el caso de otras patologías, la flebitis se puede prevenir. Para ello es recomendable mantener una dieta variada, equilibrada y baja en sal, evitar el sedentarismo, descansar con las piernas elevadas, realizar ejercicio físico diario, caminar descalzos, emplear medias preventivas anti-presión, mantener un peso adecuado y evitar las temperaturas elevadas.
