La
rótula es un hueso sesamoideo que forma parte de la articulación de la rodilla. En la parte superior de la rótula se inserta el tendón del cuádriceps cuyas fibras pasan por delante de ésta para, posteriormente, transformarse en el tendón patelar insertándose, finalmente, en la tibia. La rótula o patela tiene la función de transmitir la fuerza del músculo cuadríceps a la pierna. Ésta permite una mayor eficiencia en la extensión de la rodilla.

 

Esta luxación se suele dar como resultado de un fuerte impacto o un movimiento de giro de la rodilla. En muchos casos, la rótula puede volver a la posición correcta mediante la extensión de la rodilla o la contracción brusca del cuádriceps, aunque este movimiento suele ser muy doloroso.

 

Factores de riesgo:

 

Algunos de los factores de riesgo que favorecen la luxación de la rótula son:

 

 

  • Disminución del tono del Vastus medialis obliquus: éste es parte del músculo cuádriceps y una de sus principales funciones es mantener la rótula en la posición correcta durante los movimientos, colocándola en el surco intercondíleo y llevándola al centro de la rodilla. Si el músculo no es lo suficientemente fuerte, el riesgo de padecer una luxación de rótula es mayor.
  • Excesiva pronación del pie o pie plano.

 

 

  • Agrandamiento del Ángulo Q: un ángulo femoral (ángulo Q) más grande de lo normal puede provocar rodillas valgas. En este caso, al extender la pierna, la rótula se desliza fuera de su cavidad de forma automática aumentando, de esta forma, el riesgo de padecer una luxación de rodilla.

 

 

Signos y síntomas:

 

  • Inflamación en la articulación de la rodilla.

 

 

  • Disminución de la movilidad en la rodilla.
  • Desplazamiento visible de la rótula.

 

  • Pérdida de la estabilidad de la articulación de la rodilla.

 

 

¿Cómo se puede prevenir?

 

Se debe tener en cuenta que esta lesión es difícil de prevenir, no obstante se debe ser cuidadoso en la práctica de deportes en los que se producen cambios de dirección muy rápidos y movimientos repentinos con el pie fijo en el suelo.

 

Existen elementos externos que pueden ayudar a prevenir la luxación de la rótula, como las rodilleras y los taping, que ofrecen una mayor firmeza y estabilidad a la rodilla.

 

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