¿Qué és?

 

La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad neuromuscular en la que las motoneuronas que controlan el movimiento de la musculatura voluntaria van disminuyendo, de forma gradual, su funcionamiento y mueren, produciendo debilidad y atrofia muscular.

 

Las causas de la ELA son desconocidas. Esta patología afecta, principalmente, a la población adulta con edades comprendidas entre los 40 y 70 años, aunque también puede aparecer en personas más jóvenes.

 

Tratamiento de Fisioterapia

 

El principal objetivo del tratamiento de fisioterapia es mantener al paciente en las mejores condiciones físicas posibles, conseguir el alivio o la mejoría de los síntomas tratables, la prevención de complicaciones que puedan agravar la situación y la instauración de medidas que favorezcan la autonomía del paciente y su calidad de vida el mayor tiempo posible.

 

Desde la fisioterapia se cuenta con diferentes formas de tratamiento en función de la afectación y las limitaciones que presente el paciente en los diversos estadios de la patología:

 

 

  • Cinesiterapia: con el objetivo de mantener los recorridos articulares, prevenir la aparición de posibles deformidades o articulaciones congeladas y potenciar el tono muscular durante el mayor tiempo posible.
  • Fisioterapia respiratoria: con el objetivo de evitar la acumulación de flemas, la aparición de infecciones y retrasar la ventilación asistida.
  • Electroterapia: con finalidad analgésica.
  • Ofrecer ayudas técnicas adaptadas a cada paciente para que pueda alcanzar la máxima independencia con el mínimo esfuerzo en actividades de la vida diaria tales como la alimentación, la higiene, la marcha, la bipedestación y la movilidad.

 

 

  • Hidroterapia: con el objetivo de conseguir una mayor movilidad articular, facilitar la realización de ejercicios de movilidad y ejercicios de fuerza con la resistencia del agua a los movimientos, relajación muscular, analgesia, facilitar la propiocepción, etc.

 

 

El fisioterapeuta pautará un plan de ejercicios de fuerza, resistencia o de potencia dependiendo del estado del paciente. También se incluirá ejercicio aeróbico (bicicleta, andar…) y estiramientos musculares, con el objetivo de mantener el rango de movimiento normal de las articulaciones y evitar que el músculo vaya perdiendo fuerza y funcionalidad, además de controlar el dolor.

 

Los ejercicios se realizarán siempre coordinados con la respiración, por lo que el fisioterapeuta diseñará  y educará al paciente y a sus cuidadores en este aspecto, instaurando los ejercicios respiratorios de forma global (diafragmáticos, torácicos, costodiafragmáticos), incluida la tos, desde el primer día de tratamiento, aun sin que el paciente presente problemas respiratorios.

 

Se debe tener en cuenta que el tratamiento debe ser pautado y controlado continuamente por un fisioterapeuta, asesorando y educando tanto al paciente como a los cuidadores en los diferentes aspectos relacionados con el tratamiento, manejo y cuidado ya que éstos tienen un papel fundamental en gran parte de las etapas de la patología. El tratamiento de fisioterapia será específico según el estado clínico del paciente.

 

En cuanto al inicio del tratamiento de Fisioterapia, es recomendable iniciarlo de forma precoz desde el instante en que el paciente conoce el diagnóstico. Esto es de vital importancia, ya que cuanto antes se inicie el tratamiento mejores condiciones físicas presentará el paciente y así se podrán conseguir mejores adaptaciones fisiológicas neuromusculares y cardiorrespiratorias, repercutiendo directamente en la evolución de la enfermedad.

 

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