Los vértigos o mareos consisten en una sensación de inestabilidad que puede ser de mayor o menor intensidad. Estos síntomas se suelen originar en la columna cervical, el médico deberá descartar un problema en el oído por tapones de cerumen, calificaciones e infecciones.

 

Los mareos se suelen dar en personas de mediana edad y, usualmente, por alteraciones del sistema nervioso causadas por desequilibrios emocionales.

 

En este caso, conviene destacar que los conceptos mareo y vértigo no son sinónimos. La diferencia más importante es que el vértigo produce una sensación subjetiva de movimiento de la propia persona o del entorno, mientras que el mareo no, aunque ambos casos se pueden dar conjuntamente.

 

Según el mecanismo fisiopatológico que ocasiona el vértigo cervical, se pueden generar síntomas irritativos como, por ejemplo, acúfenos, parestesias, vértigo, nistagmo, inestabilidad en la marcha, hipoacusia, diplopía y dolor.

 

En el caso del vértigo cervical causado por la disfunción de las articulaciones, músculos y ligamentos, se presentan los siguientes síntomas: dolor y limitación en el movimiento cervical, mareo, desequilibrio, plenitud aural, fonosensibilidad, fotosensibilidad y náuseas. Los síntomas suelen aumentar a causa de los movimientos de la cabeza y su duración puede variar de minutos a horas.

 

Hay muchas causas para los mareos y todas ellas se pueden abordar desde la fisioterapia. El diagnóstico diferencial puede incluir:

 

  • Mareo cervicogénico.
  • Vértigo posicional paroxístico benigno.
  • Fístula perilinfática.
  • Conmoción laberíntica.
  • Vértigo relacionado con la migraña.
  • Disfunción vestibular central o periférica.

 

El diagnóstico se suele hacer por exclusión. El mareo cervicogénico, que está producido por una disfunción en la columna cervical, va acompañado de dolor que se puede presentar en estado de reposo, durante el movimiento o durante la palpación. Suele ir acompañado por una limitación del movimiento, dolor de cabeza e inestabilidad.

 

Las causas pueden variar desde contracturas musculares a artrosis cervical, hernias discales, latigazos cervicales o alteraciones posturales (como rectificación de la lordosis cervical), la presencia de una costilla supranumeraria o una oclusión de la arteria vertebral.

 

Todas estas alteraciones se pueden abordar con un tratamiento de fisioterapia global, basado en una buena valoración que ayude a identificar el verdadero origen del síntoma del mareo y el vértigo.

 

 

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