Dolor_Lumbar

El dolor lumbar es un problema de alta prevalencia en la población mundial. En muchos casos, no se puede hallar la causa que justifique este proceso doloroso. Existen una serie de factores musculares y psicosociales que pueden favorecer la cronificación del dolor lumbar.

En la sociedad moderna, el dolor lumbar afecta a la mayoría de los adultos en algún momento de su vida. Suelen ser, normalmente, episodios de dolor auto-limitado, tendiendo a mejorar de forma espontánea, progresiva y rápida. No obstante, existen casos en los que la recurrencia y el dolor se hacen crónicos.

 

La lumbalgia inespecífica es la primera causa de gasto público por conceptos asistenciales y laborales. Es un problema de salud muy costoso, es la primera causa de incapacidad laboral en personas menores de 45 años y supone un gasto para la Seguridad Social de unos 20 millones de euros anuales.

 

Actualmente, se ha demostrado que en el riesgo de que aparezcan o se repitan episodios de dolor lumbar influye: la forma física general y el estado de la musculatura lumbar. Está demostrado que las personas sedentarias, con una baja condición física, tienen más riesgo de padecer lumbalgia que aquellas personas que practican ejercicio físico de forma regular. El dolor lumbar es más frecuente y prolongado en aquellas personas que tienen una musculatura lumbar más débil.

 

Existen varios programas de ejercicio físico para personas que padecen lumbalgia. Algunos de los ejercicios físicos están encaminados a fortalecer la musculatura abdominal y fomentar las posturas de flexión, y otros están centrados en la musculatura de la espalda y fomentar las posturas de extensión. Aunque el ejercicio físico tenga muchas ventajas sobre el dolor lumbar, es posible que sea contraproducente si no se realiza correctamente.

Si existe inflamación y contractura de la musculatura lumbar, el ejercicio físico puede aumentar y agravar el proceso doloroso. Por ello, el ejercicio físico no está indicado en personas que se encuentran en plena crisis aguda de dolor. Las personas con lumbalgia aguda deben realizar un ejercicio aeróbico suave. Se debe tener en cuenta que el ejercicio mal realizado puede agravar los desequilibrios musculares. No se deben realizar aquellos ejercicios que desencadenen dolor o que agraven el que ya exista.

 

Existen estudios científicos que demuestran que el reposo no es eficaz para el tratamiento del dolor lumbar. Al contrario, el reposo aumenta la intensidad y la duración del dolor, el grado de incapacidad, la duración de la baja laboral y el riesgo de que el dolor se cronifique. Así pues, la evolución de la recuperación en caso de dolor lumbar dependerá del grado de actividad que éste le permita desarrollar a la persona.