La diástasis abdominal es la separación de los dos rectos abdominales en la denominada línea alba. Esta separación se da como consecuencia de una mayor distensión del tejido conectivo que une los músculos rectos abdominales y suele aparecer, de forma más prevalente, durante el el último trimestre del embarazo y el posparto inmediato. En madres primerizas, es más frecuente encontrar la diástasis abdominal situada por encima del ombligo y, en mujeres multíparas, por debajo de éste. También se puede observar en personas que realizan trabajos físicos extenuantes, o con cargas, y en personas obesas.
Se debe tener en cuenta que, durante el embarazo, se produce el estiramiento natural del abdomen, con el objetivo de permitir el crecimiento del útero y del bebé. Este desarrollo se produce gracias a ciertos cambios hormonales, entre ellos la liberación de relaxina, y se va recuperando durante el período de lactancia.
Factores de riesgo.
Los factores de riesgo que producen la diástasis abdominal son:
- Alto índice de masa corporal previo al embarazo.
- Peso elevado del bebé.
- Aumento de peso durante el embarazo.
- Hiperlaxitud articular.
- Sedentarismo antes y durante el embarazo.
Síntomas:
Los síntomas que se pueden presentar son:
- Dolor lumbar y pélvico, provocado por una transmisión incorrecta de cargas, provocando un aumento de la presión abdominal, produciendo daño articular, neuromuscular y/o una separación considerable del tejido conectivo de la línea alba.
- Incontinencia urinaria, prolapsos pélvicos o incontinencia fecal.
¿Cómo se puede determinar la presencia de una diástasis?
Aunque el método de diagnóstico (en cuanto a mediciones) más fiable es la ecografía, también se puede emplear el caliper o los dedos del fisioterapeuta o de la propia paciente. Se comprobará tanto en estado de reposo como durante la flexión del tronco, observando, en ésta última, si existe o no una expulsión de los dedos.
Tratamiento de fisioterapia.
Las técnicas que puede emplear el fisioterapeuta son:
- Ejercicios de control motor lumbar con potenciación del suelo pélvico, músculo transverso del abdomen y multífidos lumbares.
- Kinesiotape para restablecer la secuencia de la activación neural de los rectos abdominales.
- Fisioterapia del suelo pélvico si hay presencia de patologías asociadas como incontinencia o prolapsos.
Los ejercicios que se evitarán, si existe diástasis abdominal, son aquellos que aumenten la presión intraabdominal como: los abdominales tradicionales, las sentadillas, las planchas, levantar objetos pesados, el running o los saltos.
