Las lesiones musculares, los esguinces, las fracturas o la cirugía ortopédica puede causar la baja de la persona que las padece durante un tiempo. Durante la fase de reposo, la alimentación es una herramienta crucial para acelerar la recuperación y que el organismo pueda restablecerse en el menor tiempo posible.

 

Cuando se produce una lesión que conlleva una limitación de la actividad física, se debe reducir el tamaño de las raciones alimentarias para compensar la disminución del gasto energético. Una alimentación adecuada está compuesta por los siguientes nutrientes:

 

Proteína.

 

Se deben consumir alimentos con proteínas de alta calidad, ya que estos contienen todos los aminoácidos esenciales destinados a favorecer la curación de las heridas y fortalecer el sistema inmunológico.

 

Los huevos, el queso fresco bajo en grasa, el yogur y el caldo de pollo proporcionan proteínas de alta calidad y se suelen tolerar bien durante los primeros días después de una lesión o una cirugía.

 

Los vegetarianos pueden consumir alimentos con proteínas de alta calidad en productos como la leche de soja. Se debe tener en cuenta que la proteína, además de ayudar en la recuperación muscular, ayuda en la formación de los huesos.

 

Vitamina C y alimentos ricos en zinc.

 

La Vitamina C es necesaria para la producción de colágeno y para la reparación de los tendones, los ligamentos y la recuperación de las heridas quirúrgicas. Aunque los cítricos contienen altos niveles en Vitamina C, también debemos incluir otras fuentes con alto contenido en dicha vitamina, como el brócoli,  los pimientos, las fresas o el kiwi.

 

El zinc, que es un mineral que se halla en los productos animales y en legumbres y cereales, también contribuye de forma importante a la recuperación tras una lesión. No obstante, no se recomienda ingerir suplementos de zinc, ya que con dosis altas pueden producir náuseas y vómitos.

 

Vitamina D y alimentos ricos en calcio.

 

El calcio y la Vitamina D aseguran el fortalecimiento de los músculos y huesos. Las fuentes más ricas en estos nutrientes son los productos lácteos. La leche desnatada contiene más calcio que la entera o la semidesnatada, además de estar enriquecida con Vitamina D que ayuda a absorber el Calcio.

 

Fibra.

Se debe tener en cuenta que los fármacos para tratar el dolor, prescritos después de producirse una lesión o una intervención quirúrgica, y la limitación de la actividad física pueden causar estreñimiento. Los alimentos ricos en fibra (como, por ejemplo, la ciruela), además de beber abundante agua, tienen un efecto laxante natural que puede aliviar el estreñimiento mientras la actividad física esté limitada.

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