El síndrome de la mano ajena, también conocido como síndrome de la mano anárquica, es un trastorno neurológico frecuente caracterizado por movimientos involuntarios, incontrolables y sin una finalidad concreta del miembro afectado. Dichos movimientos entran, con frecuencia, en conflictos o incluso rivalizan con el miembro opuesto (como, por ejemplo, vestirse con una mano y desvestirse con la mano afectada por la patología).

 

El miembro afectado se encuentra desinhibido y tiende a dirigirse por estímulos ambientales, dando como resultado conductas de utilización (por ejemplo, el uso estereotipado, desinhibido y espacialmente inadecuado de un objeto en concreto). Esta patología presenta una marcada dependencia del entorno, ya que se suele desencadenar por objetos cercanos.

 

El movimiento ajeno tiene apariencia de ser un movimiento dirigido e intencionado, pero no tiene ninguna funcionalidad concreta como, por ejemplo, agarrar objetos que se encuentren cercanos al lugar por donde pasa la persona afectada de ésta patología. En este caso, el miembro es percibido con extrañeza por la persona afectada que suele sentir que está controlado por fuerzas externas. Aunque el miembro es reconocido por la persona afectada, ésta puede negar la propiedad cuando se le toca sin guía visual.

 

De forma ocasional, los movimientos de mano ajena pueden ser sujetos a control intermitente y voluntario, aunque los movimientos involuntarios se incrementan especialmente en situaciones de fatiga y estrés.

 

Tipos:

 

Según la sintomatología, el síndrome de la mano ajena se puede clasificar en tres tipos:

 

 

  • Frontal: suele aparecer en la mano dominante. En este caso el miembro afectado de la persona presenta gasping (agarre de objetos con dificultad para soltarlos), groping (toqueteo y manipulación compulsiva de objetos), conductas de utilización y autorrestricción (deteniendo la mano ajena con la otra mano).

 

 

 

  • Calloso: se caracteriza por la apraxia de la mano no dominante.

 

 

 

  • Posterior: es menos frecuente que los anteriores. Se caracteriza por la aparición de alteraciones sensitivas como hemianestesia izquierda, hemianopsia homónima izquierda y heminegligencia izquierda.

 

 

Tratamiento de fisioterapia en el Síndrome de la Mano Ajena

 

Para poder realizar un buen tratamiento de fisioterapia es necesario realizar una valoración exhaustiva del paciente, estableciendo la amplitud de la lesión y el grado de afectación de la misma (comprobando si la afectación es bilateral, si afecta al miembro dominante, etc).

 

Los objetivos sobre los que se trabajarán desde la fisioterapia dependerán de cada caso en particular e irán enfocados a su grado de afectación. Así pues, generalmente, se puede afirmar que los objetivos del tratamiento de fisioterapia en las personas afectadas por el síndrome de la mano ajena son:

 

  1. Trabajar el esquema corporal.

 

  1. Mejorar la coordinación de ambas manos.

 

  1. Trabajar la propiocepción.

 

  1. Enseñar al paciente la mejor forma de poder realizar sus actividades de la vida diaria.

 

  1. Prevención de daños.

 

  1. Mejorar la sensibilidad.

 

  1. Trabajar la neuroplasticidad.

 

Mediante el tratamiento de fisioterapia se tratará de ayudar a que el paciente pueda volver a realizar sus actividades de la vida diaria con normalidad, evitando posibles brotes y ayudando a normalizar el cuadro clínico.

 

El tratamiento de fisioterapia puede incluir:

 

 

  • Ejercicios frente al espejo: el fisioterapeuta enseñará al paciente a realizar ejercicios específicos para controlar e integrar el miembro afectado, empleando un espejo como apoyo visual.

 

 

 

  • Baños de contraste:  consisten en alternar agua fría con agua caliente.

 

 

 

  • Mesa de Kanavel: con el objetivo de ejercitar la mano, la muñeca y el brazo y permitiendo los movimientos de circunducción, pronación y supinación del brazo.

 

 

 

  • Electroterapia.

 

 

 

  • Ejercicios de sensibilidad.

 

 

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